Al fabricar Tela adherida , es necesario unir diferentes tipos de tejidos de forma eficiente para producir un material compuesto con las propiedades deseadas. Este proceso de unión es fundamental ya que determina la calidad, estabilidad y durabilidad del producto final. En la práctica, existen varias formas comunes de lograr esta unión entre tejidos.
Un método común es utilizar adhesivos químicos. En este método, se recubre o rocía un adhesivo químico entre dos o más telas y luego se cura aplicando calor o presión. Este método permite que el adhesivo penetre entre las fibras de la tela y forme enlaces cruzados en ellas, uniendo así firmemente la tela entre sí. Este método se utiliza normalmente en aplicaciones que requieren mayor resistencia y durabilidad de la unión.
Otro método común es el prensado con calor. En el proceso de prensado con calor, se colocan dos o más telas juntas y luego se presionan entre sí mediante la acción del calor y la presión. Durante el proceso de calentamiento, las fibras de la superficie de la tela se ablandan, lo que le permite unirse mejor con otras telas para formar una unión fuerte. Este método se utiliza normalmente cuando se requiere una mayor fuerza de unión y áreas más grandes.
Otro método es la unión por fusión, que es particularmente adecuada para tejidos con propiedades de fusión, como los polímeros termoplásticos. En el proceso de unión por fusión, la tela se calienta para derretirla y formar una capa adhesiva en la superficie, y luego se pone en contacto otra capa de tela y se enfría para formar una unión fuerte. Este método se utiliza normalmente en aplicaciones que requieren mayor fuerza de unión y resistencia a la abrasión.
Además, se encuentran disponibles métodos como el adhesivo termofusible y la laminación mecánica. El método del adhesivo termofusible implica aplicar pegamento termofusible a la superficie de una capa de tela y luego calentar el pegamento termofusible para derretirlo y unir las dos capas de tela. La laminación mecánica utiliza presión mecánica para presionar dos o más capas de tela entre sí, generalmente con tratamientos térmicos o químicos adecuados para mejorar la unión y la durabilidad.